Trekking

La montaña es el medio donde desarrollamos nuestras actividades y por tanto es nuestra fuente de satisfacción.
Sin embargo, no podemos ignorar que el montañismo, debido al ambiente donde se desarrolla, presenta una serie de riesgos que debemos conocer para al menos prevenirlos.

O como dicen algunos refranes:


"Para llegar como un joven hay que subir como un viejo"
"Si no puedes subir hoy, ya lo harás mañana. Si te caes es posible que no puedas hacerlo nunca"
"Si la montaña es tu vida, respétala"


Los peligros que la montaña nos puede deparar son de dos tipos, objetivos y subjetivos:
Los objetivos, son de origen natural, que nada tienen que ver con el comportamiento del montañero. Estos se producen por desprendimientos de rocas, nevadas, aludes, grietas, tormentas, fuertes vientos, etc.

Los subjetivos, los origina el propio comportamiento del hombre. En ocasiones no somos conscientes de nuestras limitaciones, tanto físicas como técnicas. No se utiliza el equipo adecuado y la alimentación no es correcta.



Debemos ir de menos a más, planteando los objetivos dentro de nuestras posibilidades. Es evidente que los riesgos y peligros existen en la montaña, están ahí, pero también es cierto que una adecuada preparación, llevada a la práctica, nuestra prudencia y la experiencia adquirida día a día, atenuará sus efectos permitiéndonos hacer montaña con mayor seguridad.

La meteorología en la Montaña

Los fenómenos meteorológicos en montaña son, a veces, violentos y casi siempre evolucionan muy rápidamente. Por tanto conviene conocer con anticipación las condiciones meteorológicas y las perspectivas de cambio.

Es muy importante conocer la predicción del tiempo, la cual se confecciona diariamente y nos podemos informar en radio, prensa y televisión.

Uno de los fenómenos que es conveniente saber, es el riesgo de aludes. Estos se relacionan con la cantidad de nieve caída, la temperatura y el viento. Los boletines nivológicos no prohíben ni autorizan la práctica de la montaña, únicamente dan a conocer el estado de la nieve y de esta forma el montañero adoptara un comportamiento adecuado al riesgo previsto.




Equipo y material

El éxito de una salida a la montaña depende en buena medida de la calidad y el buen estado del equipo y el material necesario. Deberá ser adecuado a la época y estar acorde con las características y dificultad de la actividad a realizar.

A continuación relacionamos una lista, entre la cual cada uno deberá hacer su propia elección y considerar un material mínimo imprescindible, aunque en ocasiones algún elemento no se utilice.


Equipo mínimo general:

  • Información de la ruta (mapas y guías).
  • Mochila.
  • Botas de montaña.
  • Ropa de abrigo ( camiseta franela, pantalón de montaña, forro polar y anorak tipo Goretex).
  • Gorro-a para el sol.
  • Gafas de sol.
  • Crema labial y solar.
  • Pañuelo para el cuello o braga.
  • Calcetines de repuesto.
  • Guantes.
  • Cantimplora.
  • Comida ligera y navaja multiusos.
  • Pequeño botiquín.
Además es aconsejable incluir:

  • Capa de lluvia.
  • Manta térmica.
  • Altímetro/brújula.
  • Linterna o frontal.
  • Funda vivac.
  • Polainas.
  • Piolet y crampones.
  • Teléfono móvil.
  • Dependiendo de el objetivo, arnés y cuerda
  • Para pernoctar:
  • Saco de dormir.
  • Colchoneta aislante.
  • Tienda de campaña.
  • Infiernillo.
  • Útiles para cocinar.
Consejos en caso de accidente


  • Mantener la calma y aplicar primeros auxilios.
  • Pensar en el punto de aviso más próximo y en el caso de llevar teléfono móvil llamar al 112.
  • Si es posible, no dejar sólo al herido.
  • Referenciar con señales, a los equipos de rescate, donde se encuentra el herido, indicar el lugar exacto, las características del terreno y si es posible las coordenadas.
  • Cuando ha ocurrido el accidente y condiciones meteorológicas.
  • Nombre y demás datos de la víctima.
  • Número de personas que pueden prestar ayuda en el lugar del accidente.

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